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OK, ya sé que estarán pensando "pero Tammy, te pegaste en la cabeza, tú misma vienes diciendo que Turquía es alucinante"
Sí, es alucinante, pero como todo también tiene cosas no tan buenas, aunque son muchas menos que las buenas, y también muchas menos que en Chile, nuestro país.
VAMOS PRIMERO CON LAS MEJORES COSAS DEL UNIVERSO TURCO
1. Los hombres. No solo porque son guapos sino también atentos, caballeros, respetuosos, se arreglan mucho, se desviven por atender a las mujeres - debe haber hombres no tan buenos, como en todas partes del mundo- pero en todos mis viajes del 2020 hasta acá es lo que he visto. Yo siempre digo, 9 de cada 10 turcos son guapos o muy guapos, jajaja.
2. Derivado de lo anterior, yo creo que más que guapos, los turcos se arreglan y cuidan mucho la barba y el pelo y además se visten muy bien. Pero si, es cierto eso de que les sacamos la barba de sultanes y el peinado fashion y ya no se ven tan tan bien. Estos hombres deben tener muchísima testosterona.
3. La comida turca es alucinante, desde los "mezes" que son las salsas de entrada con infinito pan, pasando por el menemen, su omelette tradicional, hecho de huevo, tomate, queso y especias, hasta los DURUM o wraps similares a los shawarma, todo es muy rico. Si bien yo no como carne, los turcos tienen muy buena voluntad para adecuar platos.
4. LA SEGURIDAD. Esto debería haber sido el punto 1 pero me gustan mucho los hombres, perdón, jajaja. Como todos los países islámicos Turquía es muy seguro. Robar transgrede sus principios religiosos y las penas de cárcel son durísimas, en lugares turísticos anda mucho policía y en general, sacar el celular, andar con efectivo y todo eso que en Latinoamérica nos da miedo, acá no. Se siente increíble energéticamente dejar de tener miedo todo el día la verdad.
5. LOS PRECIOS. Turquía ha tenido una inflación terrorífica los últimos años, y nunca olvidaré la primera vez que vine, en que un café en la calle valía 140 pesos chilenos. Hoy, con un 100% de inflación anual, sigue siendo más barato que Chile porque además su moneda, la lira turca, se ha devaluado muchísimo. El cambio nos sigue favoreciendo. En marzo 2023, cuando estoy viviendo acá, un dolar equivale a 20 liras turcas aproximadamente.
6. NO HAY CULTURA DE DIETA NI MANDATOS DE DELGADEZ NI GORDOFOBIA. Como en todos los países islámicos, como la mujer no muestra su cuerpo ni tampoco es bien visto que use ropa ajustada, si somos delgadas acá o no, no es tema. Los hombres sí se cuidan mucho. Mis amigos turcos me dicen "Nos arreglamos porque la mujer elige, y lo único que podemos hacer para que nos elija es arreglarnos". Tiernos.
7. ES UNA CIUDAD QUE GIRA EN TORNO A LA FE. Cinco veces al día, como en todas las ciudades musulmanas, se oirá el llamado a la oración, solo que acá las mezquitas tienen mucho mejores parlantes que en El Cairo, por ejemplo xD y se oye muy muy fuerte en casi cualquier parte donde estés. Eso le da una mística hermosa a la ciudad. El sonido es tan estridente que los bebés se asustan y lloran en lugares como Sultanahmet, donde hay dos mezquitas, una en frente de la otra.
8. LOS PAISAJES. Viste Aladdin? bueno, Estambul es así. Entre el color del Bósforo, las enormes y hermosas mezquitas en cada esquina, la hermosa y sensual iluminación de los edificios - todos los edificios acá los iluminan de abajo hacia arriba- la arquitectura otomana, todo es una postal. Todo. Para nosotros además es muy exótico este tipo de paisajes porque no hay nada ni parecido en nuestro país o continente.
9. LA ENORME CANTIDAD DE COSAS QUE HAY PARA HACER. Bueno, Estambul es una ciudad de 20 millones de personas, la mayoría comerciantes. El resultado? te puedes ir a sacar fotos disfrazada de sultana, ir a una mezquita, que todas son gratis, ir a museos, comer comida callejera muy limpia y rica, ir a la orilla del mar, andar en barco, comer pescado y mariscos, tomar té y café como hacen los turcos todos los días, ir al Madame Tussauds de acá, ir de shopping occidental en los grandes malls o ir a los lugares tradicionales como el Gran Bazar o el Bazar de las Especias. Ir puesto por puesto probando frutos secos, tomando té o café gratis - todo el mundo regala cosas en esta ciudad- ir a andar en transporte público -que es muy bueno y muy barato- ir a comer comida típica, etc. Sumémosle además que tomar avión a Capadocia u otras provincias es muy económico gracias a PEGASUS AIRLINES, la aerolínea low cost de Turquía. Ir a Egipto, Dubai u otros destinos cercanos también es muy muy barato por la misma aerolínea.
10.LA BUENA VOLUNTAD Y HOSPITALIDAD DE LA GENTE. Todo turco conoce a alguien que vende algo y te va a recomendar si conoce a alguien. Eso es muy bonito y te hace sentir muy segura de que siempre que estés buscando algo, alguien te va a recomendar.
11. YA LA DIJE PERO LA QUIERO ENFATIZAR. La caballerosidad de los hombres, que te den el asiento, que te cuiden en la calle, que te digan cosas (que me las dicen todos mis amigos turcos) como "si tú estás bien, yo estoy bien" o "donde se sienta mejor para tí" o "dime qué necesitas para estar feliz hoy"
12. LA TERNURA ENTRE HOMBRES Y LA FE. Imagina esta escena, dos hombres muy guapos, muy peinados, barba increíble, se encuentran: el saludo consiste en chocarse mejilla izquierda, entrecejo, mejilla derecha. Sin beso. Así se saludan los hombres entre sí. Si son muy religiosos le suman el ASALAM ALEYKUM que es algo así como "Hola, que Dios esté contigo" que viene del árabe y se oye más en Egipto que acá. A eso súmale que andan con un tesbih o masbaha - algo así como un rosario chiquitito de 33 cuentas- en la mano y en cada cuenta dicen la primera línea del corán. No sé ustedes, pero en mi sistema de creencias no cabía eso de hombre extremadamente guapo + religioso + tierno con otros hombres.
Mi mentalidad acá colapsa mostrándome 1. que todo es una creencia 2. que decodificamos la realidad a la luz de lo que hemos aprendido. Y nosotras venimos de una cultura donde los hombres no son tiernos entre sí y mucho menos andan rezando por inercia todo el día.
LAS COSAS NO TAN BUENAS
1. PRECIOS. Que nada tenga precio casi en ninguna parte y haya que regatear. Ahí está el negocio, te dan un precio alto y luego te lo bajan, así en tu mente se posiciona más caro. Nosotros no tenemos cultura de regateo, así que si no eres buena en esto, anda a las tiendas de precio fijo, que son las que tienen los precios de las cosas puestos.
2. EL COQUETEO A VECES EXTREMO. Los turcos coquetean en inglés, en árabe o en turco. Siempre van a querer ayudarte en algo para sacarte el whatsapp. De todos modos no son insistentes, no es no, me ha tocado tener que decir que no muchas veces. Pero acá sonreír, por ejemplo, es coqueteo. Entonces si eres muy tímida puede ser que te cause conflicto esto. De todos modos no es peligroso. Una cosa muy freak que ocurre eso sí es que si pones tu ubicación acá en Instagram o usas hashtags te hablarán turcos si o si, es como un tinder para ellos. Bonus track: les parecemos muy atractivas. Entre la forma de nuestro rostro, colores, que son un poco similares a las turcas, somos furor acá.
3. LA INSISTENCIA EN QUE COMPRES MÁS COSAS. Nunca un turco se va a quedar tranquilo vendiéndote solo una cosa, MENOS si es una tienda sin precios fijos. Te va a ofrecer otra, y otra, y otra, y esto puede ser un poco incómodo. Ahí limites claros y ponerte seria siendo mujer es la mejor manera de poner límites acá. Te pusiste seria y el turco entendió de inmediato que ya fue todo, el coqueteo, la venta, etc.
4. LA NECESIDAD DE SABER INGLÉS. Si quieres establecer lazos y hacer amigos, tener citas, etc, es clave saber inglés. Igual ellos son ingeniosos y aunque sea con traductor van a hablar contigo, pero es un país donde se vuelve fundamental el idioma.
No se me ocurren más cosas, pero espero darles una mirada más cabal de qué es y qué no es venir acá. Si me preguntan a mí, definitivamente es uno de mis lugares favoritos en el mundo.
Tammy